1. La evaluación de la víctima

Valoración primaria

La valoración primaria de la víctima consistirá en primer lugar comprobar la consciencia, a continuación comprobar la respiración y por último si tiene o no pulso, es decir, la valoración primaria abarca y consta de la consciencia, la respiración y el pulso; en el caso de que la víctima esté consciente se pedirá ayuda y se observará; si por el contrario está inconsciente, se seguirá los siguientes pasos: en el caso de que respire y tenga pulso se colocará a la víctima en la posición lateral de seguridad y se pedirá ayuda, en el caso de que no respire y tenga pulso se le aplicará respiración artificial y se pedirá ayuda, y por último en el caso que no respire y no tenga pulso, se pedirá ayuda y se comenzará de inmediato con las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Valoración secundaria

En la valoración secundaria la vida de la víctima ya no supone un peligro vital, pero habrá que localizar en el organismo otro tipo de lesiones, tipo heridas, quemaduras, fracturas… etc, que habrá que trata. La valoración secundaria se realizará siempre de forma ordenada comenzando por la cabeza, cuello, tórax, abdomen y extremidades.