2.1 ¿Cómo se evalúa la función neurológica?

Cuando evaluamos la función neurológica lo primero que debemos hacer es averiguar la víctima está consciente o no, es decir, es evaluar la respuesta a estímulos, en este caso el estado de consciencia.
La conciencia es la capacidad propia que tiene la persona de reconocerse a sí mismo, de tener conocimiento y percepción de su propia existencia y de su entorno. En este sentido, la conciencia está asociada a la actividad mental que implica un dominio por parte del propio individuo sobre sus sentidos.
Así, una persona consciente es aquella que tiene conocimiento de lo que ocurre consigo y en su entorno, mientras que la inconsciencia supone que la persona no sea capaz de percibir lo que le sucede ni lo que pasa a su alrededor.
Para averiguar si está consciente o inconsciente lo haremos de una forma muy sencilla, nos acercaremos a la víctima, le sacudiremos el hombro o le pellizcaremos suavemente la cara y le preguntaremos por ejemplo: “¿Qué le ha pasado? ¿Cómo se encuentra?”; de esta manera si la víctima responde a nuestros estímulos la persona está consciente, en caso contrario, si no responde, la víctima está inconsciente.
En primeros auxilios nos ceñiremos a valorar y a evaluar esa inconsciencia; y vamos a diferenciar entre la inconsciencia producida por una lesión en la que exista golpe, ya sea por ejemplo una caída, y la inconsciencia producida por otra causa como por ejemplo la falta de circulación ante un gran esfuerzo como correr una maratón.