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5.1. Alteraciones en la talla

Talla baja

Se produce cuando se da una talla inferior a la mínima establecida por los patrones normales, es decir, por debajo del percentil 3 de la curva poblacional.

También se considera si el ritmo de crecimiento es inferior a 7 cm/año antes de los 3 años y a 4 cm/año desde los 4 años hasta la pubertad. Es importante tener en cuenta la relación de estos resultados con la maduración ósea.

La talla baja a menudo es vivida como un problema emocional y afectivo importante, y no solamente cuando se diagnostica como tal, sino también en situaciones comparativas: ser el más bajito o la más bajita de la clase, aún estando dentro de los límites de normalidad, puede ser vivido de forma angustiosa. En relación a la talla baja se pueden dar dos tipos de situaciones: la talla baja normal, y la talla baja patológica.

Talla baja normal

Son las situaciones más frecuentes y abarcan alrededor del 90% de los casos de estatura corta. No se trata de una enfermedad o un trastorno, sino de formas de crecimiento diferentes que siguen generalmente patrones de crecimiento familiar. Se pueden considerar dos situaciones:

  • La que es producto de factores hereditarios: talla baja hereditaria. Es estos casos hay antecedentes de estatura baja en la familia. A pesar de encontrarse por debajo de los límites mínimos, el ritmo de crecimiento es progresivo y los parámetros están dentro de la normalidad.
  • La que se produce por un retraso constitucional del crecimiento. Como su nombre indica, se trata de casos en que se produce un retraso en el crecimiento, pero que va normalizándose.

Debido a que los casos de talla baja normal no suponen ningún trastorno o alteración no se aplica ningún tratamiento aunque, en algunos casos, puede ser útil la mejora de la nutrición y el ejercicio físico.

Talla baja patológica o anormal

Son menos comunes, representan el 10% de los casos de corta estatura y responden a causas muy variadas:

  • Causas externas: desnutrición crónica por malnutrición, maltrato infantil, tratamiento con radioterapia, etc.)
  • Anomalías o alteraciones: hormonales (deficiencia en la hormona que interviene en el crecimiento), de los cromosomas (síndrome de Down).
  • Enfermedades crónicas: como el asma bronquial, alteraciones metabólicas como la diabetes, infecciones crónicas, cardiopatías, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, etc.

Los tratamientos pueden ser muy variados. Es necesario disponer de una completa historia clínica y realizar las pruebas pertinentes para detectar la anomalía concreta. A partir de entonces se puede activar, si se cree conveniente, un tipo de tratamiento específico, que puede ser de corte terapéutico, o mediante complejos tratamientos hormonales.

Talla alta  

Se considera alteración por hipercrecimiento cuando la puntuación absoluta se sitúa por encima del percentil 97 o cuando la velocidad de crecimiento presenta un patrón por encima de la población de referencia. En general la talla elevada no es considerada socialmente como un problema, en la misma medida que la talla baja, al contrario, a menudo suele asociarse a la existencia de un estado saludable.

Se pueden considerar dos situaciones: talla alta normal, y talla alta producto de alteraciones hormonales o cromosómicas.

Talla alta normal

Se caracteriza por una talla elevada producto de factores genéticos. Constituyen los casos de hipercrecimiento más frecuentes y no se consideran trastornos, sino variantes normales de crecimiento. Se pueden considerar dos tipos:

  • Talla alta genética. Se da en situaciones con antecedentes familiares de talla elevada. Se caracteriza por una curva paralela a la curva normal de crecimiento, exceptuando una velocidad incrementada en los 2 ó 3 primeros años. La maduración ósea es acorde con la edad.
  • Maduración acelerada. Se caracteriza por una maduración avanzada, lo que va a suponer la aparición de la pubertad antes de lo habitual, aunque la estatura en la edad adulta tenderá a ser normal. La maduración ósea va a ser avanzada para la edad, pero será acorde con la talla.

Talla alta por alteraciones hormonales o cromosómica

Se producen como consecuencia de una secreción excesiva de diferentes hormonas (del crecimiento, tiroideas, insulina, etc.), que da lugar a alteraciones como el gigantismo, el hipertiroidismo, la pubertad precoz, etc. También se consideran los trastornos genéticos o cromosómicos, como el síndrome de Marfán, el síndrome de Sotos, etc.

El tratamiento para los casos de hipercrecimiento, también deberá ser individualizado y bajo un estricto control médico, especialmente en lo que se refiere a tratamientos hormonales.

 Imagen recuperada de http://habileperu.com/wp/tag/ninos-pequenos/