5.2. Alteraciones de peso
La obesidad infantil se ha convertido en uno de los problemas nutritivos actuales en las sociedades desarrolladas. Tanto es así que solamente un 1% de los casos de obesidad infantil son producto de problemas genéticos o endocrinos, el 99% restante responde a cuestiones nutricionales. En este sentido se pueden considerar dos causas fundamentales: la elevada ingestión de energía, y la adopción de prácticas sedentarias como ver la televisión y jugar al ordenador
Actualmente el indicador más utilizado para medir la obesidad es el Índice de Masa Corporal (IMC), que es el resultado de dividir el peso en kilogramos por la talla en metros al cuadrado. Los estándares internacionales fijan la presencia de sobrepeso en valores de 25 kg/m2, y la existencia de obesidad en 30 kg/m2. Estos valores son también válidos para adultos.
Las complicaciones de la obesidad infantil son múltiples y pueden afectar tanto al aspecto físico (predisposición a enfermedades cardiovasculares, problemas ortopédicos, etc.) como al emocional (falta de aceptación social, baja autoestima etc.).
El tratamiento de la obesidad nutricional ha de orientar a disminuir el peso corporal y la masa grasa, pero siempre evitando que esto tenga repercusiones en el crecimiento normal. En este sentido, se ha de incidir sobre las dos causas más importantes: replantear los hábitos alimentarios a través de dietas (se verá en las próximas unidades) y modificar la conducta respecto a la actividad física. Para aumentar las posibilidades de éxito de estas medidas es conveniente que también las pongan en práctica los demás miembros de la familia.
Imagen recuperada de http://www.globuscom.es/Embarazo_Sano_Revista_4cf8b69a0a4d9.htm
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