1.1. Concepto de atención a la diversidad
Cuando hablamos de atención a la diversidad, entendemos que estamos interviniendo con cada alumno/a de manera individual, teniendo en cuenta sus características personales y sus circunstancias personales.
Sabemos que ciertas diferencias pueden conllevar una desigualdad, por lo que los distintos ámbitos en los que se trabaja en la atención a la diversidad deben partir de las diferencias y aprovechar éstas para el crecimiento personal y colectivo del grupo. Dicho crecimiento estará determinado por las características individuales de cada grupo, así como de los apoyos y ayudas que se le proporcionen.
Educar en la diversidad es posible, siempre y cuando proporcionemos una atención individualizada, trabajando desde los principios de la escuela inclusiva, en la que se valora a cada niño/a teniendo en cuenta sus particularidades, de manera no excluyente y proporcionando a cada uno lo necesario para que consiga avanzar en su crecimiento personal.
Teniendo en cuenta que las sociedades actuales constituyen realidades complejas marcadas por la rapidez de los cambios, los sistemas educativos tienen ante sí uno de los mayores retos de su historia al tener que ajustar la oferta educativa a las necesidades personales.
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