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3.1. ¿Qué es el procesos de socialización?

Podemos decir, por tanto, que la socialización es el proceso por el cual se adquieren creencias, actitudes, costumbres, valores, roles y expectativas culturales.

En los niños y niñas pequeños es muy importante estimular el desarrollo positivo de ésta desde el nacimiento, ya que de ello dependerá cómo se relacionen con los demás en el futuro y cómo reaccionen ante determinadas situaciones a las que deberán enfrentarse en sus vidas. El desarrollo y aplicación de prácticas positivas de aprendizaje que se hagan tanto la familia, como en los centros escolares, será clave para las etapas futuras.

Como bien dice Natalia Calderón Astorga en su artículo para la web www. psicopedagogía. com, “la socialización es un proceso mediante el cual el individuo adopta los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a su personalidad para adaptarse a la sociedad. Dicho en otros términos, socializar es el proceso por el cual el niño, aprende a diferenciar lo aceptable de lo inaceptable en su comportamiento. Socializar es un proceso muy importante que debe fomentarse en los niños y niñas desde muy corta edad”.

Durante la primera infancia debe darse el proceso de socialización más intenso, ya que es este momento, cuando el ser humano es más apto para aprender. Como sabemos, no todos los niños y niñas aprenden al mismo ritmo, por lo tanto, debemos ofrecer estímulos constantes para que cada uno de ellos y ellas pueda ir aprendiendo y adquiriendo las experiencias según vayan surgiendo las necesidades y conociendo las herramientas para poder cubrirlas.

Como dice Natalia Calderón Astorga, “la socialización del niño durante la infancia no constituye en sí una preparación suficiente y perfecta, sino que a medida que crece y se desarrolla su medio ambiente podrá variar exigiéndole nuevos tipos de comportamiento. Por lo tanto es fundamental ir enfrentando a nuestros niños y niñas a diversos ambientes: familiar, escolar, comunal y otros...”.

Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a través de los juegos, especialmente dentro de lo que se conoce como su ‘grupo de pares’ (niños de la misma edad y aproximadamente el mismo estatus social, con los que comparte tiempo, espacio físico y actividades comunes). De esta manera pasan, desde los años previos a su escolarización (desde la etapa preescolar) hasta su adolescencia, por sistemas sociales progresivamente más sofisticados que influirán en sus valores y en su comportamiento futuro”.

Imagen recogida: 

https://sites.google.com/site/isekareri/_/rsrc/1472762802986/socializacion-y-afectividad-en-el-nino-i/socializacion.jpg?height=302&width=400