1.4. Estrategias de intervención social individual
La intervención social individual se caracteriza por el interés en contexto social dentro del marco en el que se produce o la modificación de los problemas tanto individuales como familires.
Se concibe a la persona humana como un ser biológico, psicológico y social en contaste interacción con el medio que le rodea. De ahí que aunque la intervención se lleve a acabo con un individuo, debemos de tener en cuenta las relaciones que se establece con los grupos sociales de su contexto.
Las Técnicas para utilizar en este tipo de intervención serán por parte del Técnico en Integración Social pueden ser:
Grupos de autoayuda
Otra de las estrategias fundamentales utilizadas en la intervención grupal es la derivación a grupos de autoayuda o Ayuda Mutua. Un grupo de Ayuda Mutua es un grupo de iguales, que comparten un problema y que se reúnen de una forma periódica para hablar del mismo, buscar soluciones y apoyarse mutuamente, porque cuando se habla y se comparte, el problema decrece.
Proporciona a sus miembros cinco tipos específicos de ayuda:
- Apoyo emocional que facilite a las personas la superación de su confusión y de su aislamiento, mediante el contacto de personas que han sufrido o sufren la misma situación y poseen respuestas positivas al problema. Información y asesoramiento sobre cómo cuidar de sí mismo, así como los servicios asistenciales disponibles.
- Participación en actividades sociales.
- Organización de actividades reivindicativas que pretenden alertar a la conciencia ciudadana o científica, o bien reclamar mejoras en la asistencia pública.
- Servicios para cubrir la atención de necesidades.
El trabajo de intervención social individual tiene como último objetivo la integración del individuo dentro de su contexto social. Esto es posible cuando obtiene y mantiene una red de apoyo social.
Podemos definir el apoyo social en términos del número de relaciones que mantiene el sujeto, la interconexión de las personas con las que se relaciona, el equilibrio o desequilibrio de sus intercambios y la semejanza o congruencia entre los miembros de la red (tamaño, la densidad, la reciprocidad y la homogeneidad de la red.)
La creación de grupos de autoayuda tiene sentido en el momento que se detecta que una persona no posee una red social estable, homogénea, recíproca, etc. Estos grupos ayudan a crear y/o ampliar una parte de red social que proporcione el apoyo necesario a las personas que forman parte del grupo.
Podemos resumir así, las funciones que se dan en los grupos de autoayuda:
El apoyo social implica la interacción directa con el entorno social de la persona y sus efectos positivos son resultado de los recursos que se intercambian durante esa interacción.
El trabajo a través de grupos de autoayuda en el ámbito de la Intervención Social permite una mejora en la calidad de la ayuda, consiguiendo, a su vez, un aumento de la autoestima y una mayor participación en la comunidad de los grupos más desfavorecidos. Desde ellos, y en consecuencia con lo anterior, la dependencia institucional se reduce en el momento que la persona se responsabiliza y se le facilita un marco donde poder tomar decisiones acerca de su situación, situación que es compartida por otras personas. El papel del profesional en estos grupos, tal y como hemos señalado, ha de ser de asesoramiento, formación y apoyo de líderes y no de liderazgo o coordinación de los mismos.
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