Actividades complementarias y extraescolares

Principios pedagógicos de las actividades complementarias y extraescolares en la escuela:

En general, desde un punto de vista pedagógico, la planificación de estas actividades debe conceder un
protagonismo fundamental al alumno y guiarse por los siguientes principios:
- Integrador, al ajustar el trabajo con los alumnos a sus posibilidades individuales, sin discriminación por razón de sexo, aptitudes, nivel de desarrollo, etc.
- Participativo, al conceder especial relevancia al alumno como protagonista de las actividades y de sus propios aprendizajes, concediendo una relevancia primordial al “hacer” sobre el “escuchar y observar “, favoreciendo su sensibilidad, curiosidad y creatividad.
- Comunicativo, al fomentar la actividad en equipo, la interacción grupal y el contraste entre los participantes,
contribuyendo a mejorar las relaciones entre los alumnos y a adquirir habilidades sociales y de comunicación.
- Flexible, al plantear en las actividades distintos niveles de ejecución, ofreciendo un marco de práctica ajustada al individuo y al tratamiento de la diversidad, y adaptando las estrategias y finalidades a las características del practicante para favorecer el desarrollo de la autoestima.
- Enfoque investigativo, que se replantea las estrategias y objetivos mediante un estudio serio de los resultados obtenidos, evaluando y modificando, en su caso, las actividades según estas incidencias.
- Enfoque ambiental, que conecta al alumno con la realidad para que en el transcurso de las actividades, desarrolle valores de conservación de la naturaleza, tolerancia, solidaridad, fomento de la paz, etc.
- Interdisciplinar, por tratar coordinadamente temas afines con otras materias aportando al alumno una visión integradora y globalizada de los contenidos.
- Lúdico, al fomentar el desarrollo de la autonomía y responsabilidad en la organización del tiempo libre a través del juego y de las actividades culturales recreativas.