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Las extraescolares en secundaria

¿QUÉ ES UN PROGRAMA EXTRAESCOLAR DE DESARROLLO POSITIVO ADOLESCENTE?

Cuando se habla de educación en la adolescencia, observamos un gran esfuerzo en diseñar programas para prevenir comportamientos de riesgo concretos. Estos programas han partido de un modelo de déficit, y han tenido como objetivos la prevención del consumo de drogas, de las prácticas sexuales de riesgo, de los problemas académicos o de la violencia escolar. No obstante, desde hace ya algunos años estamos asistiendo a un cambio de perspectiva, y cada vez son más los programas diseñados desde un modelo de competencia que buscan promover el desarrollo positivo. Las actividades extraescolares pueden ser un entorno de educación en hábitos de tiempo libre sanos y adecuados, lo que implica una prevención en ocio de riesgo.

La participación en actividades extraescolares estructuradas o supervisadas, se considera fundamental para el periodo de cambios de la adolescencia; de hecho, se ha mostrado que esta participación se asocia positivamente con el rendimiento u orientación académica y el desarrollo físico y psíquico de la persona en esta etapa. 

Es importante conocer las preferencias de esta estapa del desarrollo. Se sabe que en esta etapa es primordial la sociabilización con los iguales. Sin embargo, las nuevas tecnologías, la consola portátil, los móviles, etc se han convertido en un mal sustituto del juego escolar, deportivo, de barrio. Suelen acompañar a niños y adolescentes en encuentros con los amigos, viajes, comidas de familia, etc., impidiendo una ocupación activa, en términos de motricidad y socialbilización de su tiempo libre o tiempo de ocio. Se podría afirmar que el ocio del adolescente se vuelve cada vez más individualizado y menos socializado. Mediante las extraescolares podemos posibilitar un espacio de encuentro social y participativo. De igual forma, pueden orientarse las preferencias de los jóvenes hacia actividades del ámbito científico-tecnológico (diseño gráfico, programación, robótica, etc).

 El ocio en esta etapa es determinante del estilo de vida: por ejemplo, los surfers, los rappers, los skaters son “tribus urbanas” en las que el elemento diferenciador es su actividad central de ocio.

 En cuanto a las actividades de tipo deportivo, el monitor debe saber que los niveles de actividad física de los jóvenes y adolescentes no son los adecuados (según diversos estudios). Existe un amplio porcentaje de alumnos que no realiza suficiente actividad física, ni para mejorar o mantener su salud, ni para consolidar o crear hábitos de práctica física, que podrían tener continuidad en la vida adulta. (Como hemos comentado, especial relevancia promover dichos hábitos en las adolescentes).