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2.3. Ámbito afectivo I

El desarrollo afectivo es un proceso interno de los estados afectivos del individuo, que se manifiestan a través de conductas externas con un fin: la búsqueda de contactos y la proximidad con el entorno (individuos, cultura); interaccionando de forma privilegiada con los que le rodean para poder incorporarse y sobrevivir en un medio que cubra toda sus necesidades básicas (fisiológicas, cognitivas, sociales y afectivas).

Dicho esto, el afecto es imprescindible para el desarrollo y el equilibrio emocional de la persona durante toda su vida, pero es durante la infancia que su carencia; aunque sea parcial, marca de forma negativa la personalidad futura del niño o la niña.

Será en el ámbito de las actividades lúdicas donde se perfilen la mayor parte de relaciones y de contactos afectivos. Ya que, a través del juego el niño y la niña irá asimilando situaciones y le permitirán atribuir unas cualidades, unos sentimientos y también una serie de comportamientos.

Imagen extraída de la fototeca del Colegio "La Reina"