2.4. Ámbito social I
La socialización es el proceso por el cual los individuos, en su interacción con otros desarrollan las maneras de pensar, sentir y actuar que son esenciales para su participación eficaz en la sociedad.
El pequeño, o la pequeña, mediante juegos compartidos, se comunica, espera el momento en que son cubiertas sus necesidades y sonríe satisfecho/a si éstas han sido de su agrado o muestra su peor cara incluso el llanto, si no han sido satisfechas como él requería. El adulto por su parte refuerza y ajusta las respuestas del niño mediante sus acciones.
A partir de los 2 años el niño comienza a ampliar sus contactos sociales, en este momento los educadores/as han de tener muy claro que el juego servirá de instrumento para introducirlo en el mundo de la socialización. En un principio la inmadurez del niño y la niña; junto con su egocentrismo hacen que el juego comience siendo individual y no le permiten por lo tanto relacionarse con sus iguales de forma apropiada. Hacia los 6 años el niño acabará relacionándose con sus iguales de forma más o menos ajustada. Tendrá en cuenta el punto de vista del otro y sus juegos serán por fin compartidos.
Compartiendo los juegos el niño realiza un aprendizaje social, aprende a relacionarse con los demás, a aguardar su turno de intervención y el momento de satisfacer sus deseos.
Imagen extraída de la fototeca del Colegio "La Reina"
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