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2.1 La expresión de las emociones

En este apartado vamos a explicar el desarrollo de la expresión de las emociones básicas y la aparición de las emociones autoconscientes.

Durante las primeras semanas de vida y a lo largo de los primeros años, los niños y niñas son capaces de sentir y expresar diferentes emociones básicas. Por ejemplo, un niño de 15 meses siente alegría cuando su madre va a buscarle a la escuela infantil o enojo cuando no se le concede algo que él desea.

Bridges afirmó que el bebé nace con una emoción básica: una excitación generalizada que pronto se diferencia en placer y malestar, y que estas primeras emociones se manifiestan mediante la sonrisa y el llanto. A las pocas semanas de vida, estos estados emocionales se van volviendo cada vez más específicos y van apareciendo la alegría, el enfado, la tristeza, el miedo, la aversión y la sorpresa.

En la tabla que te muestro a la derecha aparecen explicados la manifestación y el desarrollo de las diferentes emociones básicas a lo largo de la infancia.

A partir de los dos años, se presentan en el niño/a unas emociones de orden superior llamadas emociones autoconscientes, que incluyen la valoración de uno mismo y se relacionan con la conducta moral. Las emociones autoconscientes engloban la vergüenza, el orgullo, la culpabilidad y la envidia.

Por la edad de los niños y niñas del aula de Ana, que tienen entre 3 y 4 años, podríamos decir que los alumnos y alumnas presentan emociones de orden superior autoconscientes.