4.2 La teoría etológica de J. Bowlby
Como ocurre con la mayoría de los conceptos que hemos ido viendo a los largo de las distintas unidades, también el concepto de apego fue estudiado por varios investigadores, entre ellos destacamos a J.Bowlby, que estableció una teoría etológica.
De acuerdo con la etología –rama de la psicología que estudia la conducta de los animales-, se sabe que muchos de los comportamientos humanos han ido evolucionando a lo largo de los años porque facilitan la supervivencia de la especie. El apego es una de estas conductas, ya que supone la presencia de una persona cerca del recién nacido humano para cuidarle.
John Bowlby, tras estudiar diversos casos de privación afectiva durante la infancia, partiendo de la teoría psicoanalítica de Freud, y apoyándose también en el estudio de la formación de vínculos en los animales, formuló a partir de 1958 la teoría del apego, según la cual la relación con los otros es una necesidad primaria y tiene un importante valor para la supervivencia de los individuos. Tal como afirma John Bowlby, “el desarrollo normal requiere que el niño experimente una relación afectiva, íntima y continua con su madre o figura sustitutiva permanente”.
Fases de formación del vínculo de apego según Bowlby:
1. Fase de pre-apego (0-6 semanas)
- El bebé tiene preferencia por los estímulos humanos (en especial por los elementos que constituyen el rostro humano)
- Orientación hacia las personas en general, sin reconocimiento de las figuras concretas que lo cuidan.
- Reconocimiento del olor y la voz de su madre, pero no se puede hablar todavía de apego, ya que si reciben el cuidado que necesitan se quedan tranquilos sea cual sea la persona adulta que se lo proporcione.
2. Fase de formación del apego (6 semanas-6/8 meses)
- Preferencia por las personas que le son familiares, sin rechazar todavía a las desconocidas.
- Interacción privilegiada con la madre, a quien ya empieza a reconocer. Son pruebas del reconocimiento la sonrisa diferencial y las vocalizaciones diferenciales, es decir, el pequeño sonríe y vocaliza más en presencia de su madre que con otras personas. También llora más cuando es ella quien se marcha –llanto diferencial-, y deja de hacerlo con mayor facilidad si es la madre quien lo atiende –interrupción diferencial del llanto-.
3. Fase del apego bien definido (6/8 meses-18 meses aprox.)
- Ansiedad de separación (8meses), aparece cuando la figura de apego se aleja y, asociado a ella, el miedo a las personas extrañas.
- Miedo a las personas extrañas (lloran ante una persona desconocida y buscan refugio en la figura de apego)
4. Fase de formación de una relación recíproca
- En esta fase ya han elaborado una representación interna del vínculo de apego establecido, es decir, tienen una serie de expectativas sobre su disponibilidad en momentos de estrés, la sensibilidad de la figura de apego hacia sus necesidades y la posibilidad de recibir su apoyo si les hace falta.
- La formación de una relación recíproca se inicia hacia los 18 meses, cuando las nuevas capacidades mentales y lingüísticas del niño o la niña permiten que la interacción con las figuras de apego evolucione.
- Hacia los 2 años aproximadamente, la niña o el niño ya puede entender y prever que su madre volverá después y le puede decir, por ejemplo, que le cuente un cuento antes de irse a trabajar.
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