Actividades de autoevaluación
Pregunta Verdadero-Falso
Retroalimentación
Falso
Un niño que aprende a gestionar sus frustraciones y equívocos será un adulto centrado y equilibrado. Como educadores tenemos la gran misión de enseñarles que de los errores se aprende, permitir que exista la tristeza y la frustración, ya que son emociones y hay que saber gestionarlas y superarlas. ¿Cómo lo hacemos?
Imagina: una niña está tratando de vestir a su muñeca, no puede meter su bracito, no puede abrochar su ropita y llora, se frustra, se enoja. ¿Qué haces? Puedes ir corriendo a vestirla tú y decirle, "¿Ves?, ya está" . O puedes sentarte junto a ella y mostrarle de a poco cómo debería hacerlo, y que lo intente una y otra vez, diciéndole que no hay apuro y que no importa si se equivoca. Con esta última actitud estás haciendo mucho. Los niños aprenden a controlar su frustración en la medida en que tú le enseñas que no está mal equivocarse y que, si las cosas no salen como esperábamos puede haber otra oportunidad, haciendo hincapié en lo importante del esfuerzo y no del resultado.
Rellenar huecos
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