El ambiente
Por ambiente nos referimos al momento en el que se pueden dar unas relaciones especiales que permitan desarrollar una conducta de juego. Cualquier espacio, en el momento en el que en él se desarrolla un juego, adquiere unas dimensiones y unas características diferentes.
Es posible jugar en todo espacio y en todo tiempo, y que cualquier actividad puede convertirse en un juego, pero a la hora de realizar nuestras propuestas, deberemos siempre tener en cuenta en qué momento y en qué lugar nos vamos a encontrar, y además, de qué manera podremos intervenir en ese espacio o en ese tiempo para hacerlos aún más acogedores para ese juego que tendrán que sostener en su regazo. Por tanto debemos:
Adecuar nuestra propuesta a las circunstancias:
- Deberemos tener claro a la hora de programar nuestras propuestas de juegos en qué circunstancias y en qué situación lo realizaremos: las características de nuestro grupo y de las personas que lo integran como punto fundamental y primordial, a qué hora del día lo realizaremos, dónde, con qué materiales, etc.
Adecuar las circunstancias para que nuestra propuesta tenga éxito:
- En ocasiones, ante una propuesta que en principio puede resultar difícil, podemos adecuar el “ambiente” que rodee a esa propuesta para hacerla motivadora y atractiva: decorando la sala, los materiales a utilizar, situándonos en un marco fantástico e imaginario que facilite la tarea de la creación colectiva en el que se pueda ir llegando a la escritura en un proceso en el que comience la expresión gestual, u oral, continuando por la plástica, para llegar a la escrita.
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