Senderos interpretativos
Consisten en un recorrido prefijado por un lugar con determinadas características ambientales. El itinerario se puede encontrar en el medio natural, rural o urbano, y su utilización puede estar vinculada a otros servicios, tales como centros de visitantes en parques, centros recreativos, lugares históricos, etc.
Normalmente, forman parte de una red de equipamientos educativo-recreativos de espacios naturales protegidos o de centros de conservación del patrimonio histórico-cultural.
No se puede basar exclusivamente el método en una secuencia a seguir; y estas sendas carecen de marcas y señalizaciones, a diferencia de los itinerarios de los organismos oficiales. Se orientarán por accidentes naturales que determinen las paradas puntuales.
Las secuencias, las distancias y las características generales del sendero son sólo aspectos a tener en cuenta, lo mismo que el grado de sofisticación de los medios a utilizar.
Todo itinerario interpretativo debe tener sólo un tema, de forma que los usuarios aprovechen mejor la actividad, centrando su atención en un aspecto que puedan interiorizar y que sirva de hilo conductor de los contenidos del mensaje.
En el diseño de los componentes físicos del itinerario, es deseable elegir unas variables que incrementen la preferencia y la aceptación de los elementos estéticos por parte del participante. El trazado podría contener ciertos puntos de misterio, queriendo indicar con ello, por ejemplo, la inclusión de curvas u obstáculos visuales que impidan percibir lo que queda del recorrido.
El monitor es un elemento pasivo durante la realización de la senda y sólo en determinadas ocasiones intervendrá conduciendo u orientando.
Para planificar un itinerario interpretativo es conveniente tener en cuenta los siguientes puntos:
- Que exista una materia y unos contenidos interesantes en el área.
- Que el área sea accesible.
- Que sea factible y pertinente realizar interpretación con los elementos del lugar.
Etapas necesarias para el desarrollo de un itinerario:
1 - Lugar
Elegir un área adecuada para emplazar el itinerario.
2 - Recursos
Inventariar los recursos del lugar y comunicarlos al grupo con antelación para que éste sea capaz de cubrir los objetivos que hemos señalizado
3 - Recorrido
Longitud del recorrido y selección de rasgos con potencial interpretativo
- Una vez determinado el lugar, comenzar a trabajar el posible tema.
- Verificar los puntos de interés con respecto a ese tema.
- Considerar el tiempo del que disponen los visitantes para decidir la longitud del recorrido: el óptimo oscila ente 400 m a 2.000 m. Considerar atajos que acorten el recorrido.
Elegir los rasgos interpretativos que cubran suficientemente el tema:
- No más de 15 por kilómetro.
- Elegir sólo los más interesantes.
- Agrupar los rasgos (las paradas) hacia el inicio y distanciarlos hacia el final (el interés es mayor al iniciar el recorrido).
- Tener en cuenta la permanencia o estacionalidad de los rasgos.
- Considerar rasgos diseñados especialmente (cajas para oler, reconstrucciones, etc.).
4 - Diseño del itinerario
Levantar mapas del recurso interpretativo:
- Sitios históricos.
- Concentraciones de fauna.
- Cambios en la vegetación.
- Rasgos topográficos sobresalientes.
- Realizar un mapa base para ensayar trazados del recorrido.
Dimensiones del sendero:
- Longitud (mínima 400m, máxima 3.000m).
- Ancho (si es en el campo, un firme transitable de un metro o más de ancho).
- Pendiente (no más del 15% sin peldaños).
Trazado del sendero:
- Considerar un circuito que termine cerca del inicio.
- Curvas u obstáculos atractivos.
- Abarcar varios biotopos o ambientes.
- Tener en cuenta atajos.
Circuitos:
- Único.
- En "8".
- Circuito central con varios atajos.
Plan del itinerario:
- Mapa con el trazado y los rasgos a interpretar.
- Etapas para su construcción.
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